A solo unos pasos de la plaza de Santa Ana y muy cerca de la Puerta del Sol encontramos un lugar diferente. Al entrar encuentras una barra con vistas a su cocina abierta, que capitanea el chef Javier Navarro. De ahí salen elaboraciones tradicionales y mediterráneas, pero con una vuelta de tuerca. Y para elegir dos formatos: tapa, como aperitivo, y SUPER TAPA, para compartir.
El ambiente es acogedor, informal, desenfadado. La decoración es moderna, de esas que llaman la atención, pero si hay algo que realmente sorprende es el techo. De algunas de sus lámparas cuelgan hojas del libro Luces de Bohemia de Ramón María Del Valle-Inclán, cuyo apellido da nombre a este restaurante.
En su carta encontramos algunos platos clásicos, pero siempre con un toque personal. Así, encontramos la tortilla de patata trufada, la ensaladilla tecnicolor o las patatas gajo con salsa brutal. Pero hay una elaboración que ves en prácticamente todas las mesas: la Burrata. Un plato que acompañan con bombones de tomate cherry y que terminan de preparar en tu mesa. Con una jeringuilla rellena de una deliciosa salsa de albahaca inyectan el queso ante el asombro de los clientes. ¡Se sale!
Otra de sus especialidades es el Tomate relleno con cremoso de parmesano. Muy bien presentado, es un plato que recomendamos deje atemperar unos minutos antes de hincarle el diente para poder disfrutar de todo el sabor de la huerta con una crema de queso bastante lograda. Una elaboración muy rica que según nos contaron ya no estará en la nueva carta que están preparando.
En Inclán Brutal Bar también hay hueco para los trampantojos, elaboraciones que juegan visualmente con el comensal, es decir, parecen una cosa pero en realidad son otra. Es el caso del Trampantojo de Risotto y parmesano, un plato que nos gustó por el sabor y por la cantidad, ideal para compartir.
Carnes como el bavette de ternera, el solomillo de cerdo o las alitas de pollo ... En Inclán tienen casi de todo y la verdad es que lo hacen bien. Recomendados por el atento personal de sala nosotros pedimos el Tentáculo de pulpo a la parrilla. Otro acierto, el pulpo estaba muy tierno y muy jugoso, y su presentación es una maravilla. Escondido en una campana de cristal llena de humo, el camarero la levanta y descubre el plato ante la mirada expectante del comensal. Casi un número de magia para empezar a degustar el plato por la vista y el olfato.
Tarta de cumpleaños, Tarta de queso, brownie ... Postres tradicionales y sin complicaciones de esos que gustan a todos. Como nosotros somos adictos al chocolate, comimos el Brownie con helado artesano. Muy correcto.
En definitiva, que si quieres comer bien y disfrutar de las propuestas canallas que salen de su cocina, a un precio muy ajustado, Inclán Brutal Bar es tu sitio. Por cierto, imaginamos que por su ubicación y por la gran afluencia de turistas que pasean por la zona, en su carta ofrecen dos tipos de paella y un arroz negro. No en vano, el día que estuvimos comiendo vimos que la clientela era bastante internacional. Sabiendo lo bueno que estaban los platos que comimos, quien sabe, quizás la próxima vez nos animemos.
Inclán Brutal Bar
Calle Álvarez de Gato, 4
Teléfono: 910 23 80 38
Precio medio: 20 euros
http://www.inclanbrutal.com