Hablar de Salvador Bachiller es hablar de maletas y complementos, pero ya hace algún tiempo que esta marca decidió dar un paso adelante y diversificar su modelo de negocio. Una ampliación para la que ha utilizado los rincones más especiales de sus comercios. Unos rincones llenos de magia gracias a su bonita decoración en la que destaca la vegetación, y es que las plantas son el hilo conductor de los gastrobares que han abierto.
Hoy os proponemos adentraros en una de ellos, en el Invernadero de Salvador Bachiller. Su entrada, a través de su tienda de la Gran Vía número 65. Allí, siguiendo la señal de 'To Paradise', se bajan unas escaleras, que conducen directamente al visitante a este jardín secreto, un lugar perfecto para escapar de la rutina y del bullicio de la ciudad.
En el Invernadero, además de comer, se puede disfrutar de un desayuno, un brunch, un batido o un divertido cocktail. Nosotros estuvimos cenando hace unos días. La carta ofrece un 'rincón del sano' con una crema de verduras y dos ensaladas, y otras opciones como los nachos con queso, la burrata di búfala o la focaccia de mozzarella. Nosotros nos decantamos por la Selección de quesos con dulce de membrillo y frutos secos. Una tradicional tabla variada que llevaba también uvas, cebolla caramelizada y una mermelada de frutos rojos. Un 10 en presentación y un notable en sabor.
Tras este contundente entrante pasamos a los segundos. Elegimos una pasta que ponían como recomendada, los Orecchiette con salsa al pesto. La pasta estaba muy rica, al dente, y la salsa típica de la región de Liguria tenía el punto justo de albahaca y ajo. Acompañando a este plato un minibol con parmesano rallado, perfecto para los cheeselovers.
También tomamos las Mini hamburguesas de Wagyu cuatro estilos. Unos pequeños bocados en los que destacaba la jugosidad de su carne de esta raza de ternera originaria de Japón. 100% recomendable. Si de aspecto os parecen apetitosas y dan ganas de llevarse una a la boca, imaginaos lo riquísimas que estaban.
Cuando pedimos la carta de postres, el personal de sala nos recomendó su Jardín secreto. Su especialidad dulce, que sorprende en mucho en su presentación, una maceta, y cuyo sabor principal es el chocolate. Desde Madrid me enamora no os desvelamos nada más porque ya sabéis que los secretos hay que guardarlos, aunque si os decimos que si os gusta el cacao éste postre os enamorará.
En definitiva, El Invernadero de Salvador Bachiller es uno de los gastrobares con más encanto de la capital. Un lugar en el que perderse para disfrutar de un modo relajado de una bebida, de un encuentro con amigos o de una cena en pareja. Un establecimiento ideal para hacer un alto en el camino y reponer energías.
El Invernadero de Salvador Bachiller
Gran Vía, 65
Telf.: 91 540 17 29
Precio medio: 20-25 euros
www.gastrobaressb.com