Dicen que las grandes esencias se guardan en frascos pequeños y en Comestibles La Fábrica lo tienen claro. Hasta tal punto que las propuestas que elabora la chef de origen napolitano Valentina Ciardulli se cocinan en tarros de cristal, lo que permite que se pueden consumir hasta tres meses después de su elaboración.
A solo unos pasos del Museo del Prado, en el número 9 de la calle Alameda, nos encontramos con este amplio espacio, cuyo nombre es un guiño a los colmados de antaño. Un local que se divide en dos zonas claramente diferenciadas: restaurante y tienda gourmet. La decoración. con maderas claras y fotografías de grandes artistas como William Klein, Alberto García Alix o Seydou Keita en sus paredes, es el escenario ideal para disfrutar en sus mesas y sillas altas de una cocina cocina mediterránea con raíces italianas.
Para empezar nada mejor que elegir entre su Tabla de quesos o su Surtido de entrantes que incluye delicias italianas como la mortadela de Bologna con trufa negra, speck. bresaola y coppa. Propuestas perfectas para compartir y maridar con alguna de las 80 referencias españolas que incluye su carta de vinos, la mayoría elaborados por pequeños productores.
Después de abrir boca, lo siguiente es probar alguna de sus Bruschette. Generosas tostas con pan de verdad en el que acomodan selectos ingredientes. Nosotros probamos la Bruschetta carbonara, con crema de pecorino, guanciale y huevo poché ...
... y la Bruschetta di mare, con mariscos en salsa puttanesca. ¡Sencillamente deliciosas!
Pero el plato fuerte estaba por llegar: los frasquitos. Son la especialidad de Comestibles La Fábrica. Se trata de deliciosos platos que se cocinan y sirven al vacío en frascos de cristal. Sugerentes propuestas para tomar in situ o para llevar como su imprescindible Lasaña de carne.
Salchichas con Grelos, Bacalao con patata, alcaparras y olivas, Parmigiana di melanzane o Huevo con crema de puerro y trufa son otras de las propuestas que puedes encontrar en su carta. Recetas caseras elaboradas con productos que van cambiando en función de la estación.
El punto final de la comida también se sirve en tarro de cristal. A los postres los llaman fresquitos y ofrecen tres: Pannacotta con fruto de la pasión, Crumble di frutta y Tiramisú . Elegimos este último y os podemos asegurar que es uno de los mejores que hemos comido últimamente. Cremoso, ligero y con un sabor que, por unos momentos, te transporta a Italia.
Por cierto, durante estas Navidades tienen un menú especial por 19,80€ compuesto por un primero, un segundo y un postre que rinde homenaje a recetas tradicionales de la navidad italiana. Para comenzar, la popular Zuppa de Pesce o sopa de pescado. A continuación, las Lenticchie con cotechino (Lentejas con salchicha) para atraer la buena suerte. De postre, un Panettone, elaborado con pasas y naranjas confitadas. Y para beber, una copa de prosecco.
En definitiva, que si buscas un sitio diferente y sorprendente tienes que dejarte caer por Comestibles La Fábrica. Su cocina en tarros de cristal nos fascinó al igual que la amabilidad y el trato de Valentina y de su equipo de sala. ¡Un sitio para repetir y disfrutar!
Comestibles La Fábrica
Calle Alameda, 9
Teléfono: 912 985 523
Precio medio: 20 €
http://lafabrica.com/comestibles/