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Hablar de A vÁnvera es hablar de un restaurante de cocina tradicional italiana. Su cocina es tan sencilla como auténtica y está elaborada con las mejores materias primas y mucho mimo. Detrás de los fogones está el chef Luigi Bertaccini, quien hace seis años cambió el traje de ejecutivo del sector de las telecomunicaciones por el delantal para dar rienda suelta a su pasión por la cocina.
Ubicado en el número 85 de la calle Zurbano, este restaurante cuenta con apenas una decena de mesas, por lo que en fin de semana es imprescindible reservar. Un espacio no es muy grande, pero si acogedor. Un lugar ideal para disfrutar de una cocina 'a vánvera', una típica expresión italiana que significa hacer o decir algo sin reflexionar, sin pensar, “de aquella manera”, podríamos decir.
Ya instalados en la mesa, echábamos un vistazo a la carta. Las pastas -simples y sutiles en su composición- y las pizzas -finas, según la tradición del norte de Italia- comparten protagonismo. Al ser un grupo pedimos varios entrantes al centro para compartir, y el chef nos recomendó probar varios platos "imprescindibles" cuyo comienzo fue una deliciosa Berenjena a la parmesana, acompañada de un helado de queso parmesano.
Materia prima de calidad y producto de temporada son otra de la señas de identidad de A vÁnvera. Y un buen ejemplo son las Alcachofas fritas, un plato tan sencillo en su elaboración como delicioso.
A continuación probamos uno de sus nuevos platos de la carta. Una Ensalada de arenque, rúcula, piñones y croutons. Una de esas ideas que nos encanta copiar después en casa porque la combinación de sabores está genial.
Pero la verdadera estrella de la casa es el Huevo Millesime. Una elaboración del chef Andrea Tumbarello que hizo famosa en su restaurante Don Giovanni, uno de los mejores restaurantes italianos de Madrid. En el plato nos encontramos una yema de huevo sumergida en crema de boletus y trufa negra. Una vez que mezclamos bien todos los ingredientes, lo primero es el placer a través del olfato y a continuación en cada cucharada que nos llevamos a la boca. Por cierto, la foto no hace justicia.
La pasión por la trufa, heredada de su amigo y mentor Andrea Tumbarello se observa también en algunos de sus mejores platos de pasta. Los Tagliatelle a la trufa, con queso parmesano son sublimes. Un platazo sobresaliente que se termina de elaborar en la propia mesa, con el chef laminando una generosa cantidad de trufa blanca.
Para terminar probamos la Lasaña de boletus, muy ligera y sabrosa y la de y la de Marisco, que venía coronada por una zamburiña.
Al llegar el momento de la parte dulce, lo difícil era ponerse de acuerdo por lo que lo mejor fue probar tres de sus postres. El Tiramisú, con galleta de almendra triunfó en la mesa al igual que la Torrija de Panettone.
Mención aparte para la Morcilla de chocolate, un trampantojo cuyo sabor nos trasladó a nuestra infancia.
En definitiva, que A vÁnvera es para nosotros todo un descubrimiento. Un restaurante italiano en el que se elabora una cocina sincera y de calidad que merece la pena probar. Por cierto, para ocasiones especiales o grupos reducidos tienen un local anexo, con entrada independiente, en la que disfrutar de su “cocina de amistad”, porque lo que más le gusta a Luigi Bertaccini es que los comensales se sientan como un “un amigo en mi casa”. Buon appetito.
A vÁnvera
Calle Zurbano, 85 Precio medio: 30€ Horario: L-S de 13:30 a 16:00h. / 20:30 a 00:00h. http://www.avanvera.es/
Uff me pasa pocas veces, pero es que me apetece todo!!!! Qué buena recomendación, gracias!!
Qué pinta!! Si tienen tagliatelle al tartufo ya me han ganado!! Tomo nota del sitio para cuando podamos ir. Un abrazo!! Karime
He estado viendo en detalle cada plato y la Ensalada de arenque, rúcula, piñones y croutons me ha encantado. Es muy original y diferente y me gustan mucho los arenques..
No hemos ido aún y nos lo ponemos como deberes a la salida del confinamiento.
Otro buen soto para visitar cuando podamos.
Gracias por la información.