En pleno centro de Madrid y a solo unos pasos de la Puerta del Sol se encuentra Holy Mary, un auténtico cocktail bar en el que disfrutar de originales combinados de calidad que te llevan al séptimo cielo. Propuestas de inspiración casi divina que de la mano de su coctelero hace las delicias de todos los que visitan un templo que invita también a picar sin pecar.
Con esa inspiración espiritual está decorado este local, en el que cruces, rosarios y algunas imágenes religiosas le dan un carácter muy especial. Elementos que se pueden disfrutar junto con sus bebidas en alguno de sus cómodos sofás o sillones de terciopelo verde. Espacios en los que disfrutar de los Eternos, los clásicos dry martini, mojito, caipiriña, daiquiri o margarita que siempre triunfan.
En su carta encontramos 14 cócteles que son 14 mandamientos. Creaciones llamativas tanto por sus ingredientes como por su presentación. Nosotros tomamos un Adán y Emma a base de ginebra Emma infusionada con vino, zumo de limón, sirope y soda. ¡Un buen comienzo!
Tampoco nos pudimos resistir a su Sagrado. Una bebida que sirven en un cáliz y que se prepara con Kumquat (naranja china), fresa, albahaca, Cointreau, ginebra, zumo de lima, miel de agave. Una creación muy personal, ya que el toque el propio cliente elige entre tónica o cava para darle el toque final.
Para los que prefieren combinaciones sin alcohol, Holy Mary también tiene un apartado muy especial, el de los Inocentes. Mezclas a base de fresa, lima, pepino, té verde o jengibre se personalizan a gusto del bebedor en función de si prefiere sabores más dulces o ácidos. Para nosotros prepararon dos distintos y estaban tan buenos que es dificil decir cuál nos gustó más.
Esta coctelería marida a la perfección con una sugerente carta para picar sin pecar que incluye propuestas como su cebiche galáctico, su lost bao o su santos guacamole. Nosotros tomamos sus Gambas reintentadas, una versión de las gambas al ajillo hechas en su cazuela de barro con aceite de oliva virgen extra, ajo confitado y espuma de guindilla.
También tenemos que confesar que caímos en la Divina Tentación, un huevo de corral cocinado a 62 grados. Este se sirve sobre puré de patatas y bajo una espuma de sobrasada, aunque a nosotros nos lo pusieron con bacon. Un platazo en el que meter la cuchara bien hasta el fondo y disfrutar en boca de una explosión de sabor.
En definitiva, que Holy Mary es un cocktail bar elegante, mitad clásico, mitad irreverente que -a nuestro juicio- no deja a nadie indiferente. Si te gusta probar cócteles de autor este es un sitio ideal para disfrutar entre amigos de un buen trago junto a algunas de sus originales tapas de autor. De fondo, una selección de muy buena música.
Holy Mary
C/ Nuñez de Arce, 11
Telf.: 655 16 14 86
Precio medio: 10-15 €
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