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Ahora que el frío nos va a acompañar una buena temporada, ¿a quién no le apetece comer una ración de albóndigas en salsa calentita? Aunque parece que su elaboración es sencilla, lo cierto es que son varios los secretos para conseguir dar con una receta de esas ¡de toma pan y moja!. Admiten todo tipo de ingredientes, pero nuestras favoritas son las de carne tal y como aprendimos en Albondigas en salsa donde entre otros consejos recomiendan usar una carne grasa para que salgan mas tiernas.
Carne picada (a nosotros nos gusta mezcla de ternera y cerdo), miga de pan, leche, huevos, caldo de pollo, perejil fresco, sal, pimienta y harina (para rebozar y freir) son fundamentales para conseguir esas albóndigas que parece que solo las madres y las abuelas saben hacer como nadie. Un plato que no necesita mucha presentación y que acompañado de una salsa casera de tomate y con unas patatas fritas está para chuparse los dedos.
Este plato clásico que parecía casi olvidado pervive en la carta de algunos restaurantes e incluso otros lo incorporan por aquello de que parece que vuelve la moda de comer comida casera cuando salimos fuera de casa. Uno de nuestros sitios favoritos es La Casa de Cristal donde preparan unas irresistibles albóndigas de rabo de toro en su salsa con dados de patata.
También son dignas de mención las de El Quenco de Pepa, el restaurante que la cocinera Pepa Muñoz tiene en la calle Henry Dunant, 21. Archiconocido por sus platos con verduras de la huerta y, especialmente, por sus tomates, todas sus elaboraciones son muy tradicionales usando siempre materias primas de calidad. Así, sus Albóndigas caseras de ternera son deliciosas y la salsa en la que se asientan puro placer.
Otro de los establecimientos por los que sentimos predilección a la hora de comer es Matritum, donde su chef, Álvaro Serrano, elabora unas deliciosas Albóndigas de pintada en pepitoria con parmentiere de patata. Su secreto es aliñar la carne de pintada (gallina coreana) con un montón de ingredientes japoneses. Luego las cuecen en un caldo con dashi y soja. La pepitoria la hacen con las carcasas de las pintadas. Cebolla muy pochada, azafrán y caldo para ir reduciéndolo durante unas 2 horas, y después añaden ají amarillo y un majado con pan frito, perejil y los hígados de la pintada. Finalmente, salpimentan, hacen las bolitas, las fríen y antes de servir las laquean sobre un caramelo de azafrán.
Por último, las puedes comer también en cualquiera de los establecimientos de Pez Tortilla. Hasta hace poco este restaurante solo tenía tortillas de patatas y croquetas en su carta, pero acaban de incorporar unas Albóndigas que merece la pena probar. Las sirven en una pequeña olla y las acompañan de unas patatas fritas en aceite de oliva y cortadas muy finas.
Estamos seguros de que hay muchos otros sitios aún por descubrir en Madrid en los que poder degustar albóndigas deliciosas. ¿Nos ayudáis recomendándonos vuestros sitios preferidos de la capital? Por cierto, ¿vuestras albóndigas favoritas son de carne o de pescado?
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